Todas aquellas mujeres que han producido obra artística siendo repudiadas por su disciplina, por los hombres que formaban parte de ella y que fueron maltratadas por la crítica, después por el rigor histórico y hoy en día por la conciencia colectiva.
Todas aquellas mujeres que con sus conocimientos, su formación, su tiempo y sus medios han dedicado gran parte de sus vidas a la investigación, recuperación, divulgación y docencia a las mujeres artistas, a las cuestiones de género y a la recuperación de nuestra memoria colectiva.
Revisando las biografías y contextos de os principales "genios" de la Historia del Arte, nos encontramos con similitudes más relacionadas con la causalidad que con la casualidad.
Lo que en un principio, sin mirada crítica, puede ser considerado como "dote divina"es en realidad fruto de un empeño precoz y dedicación de muchas horas de estudio, sumadas también a muchas horas de práctica.
En la educación femenina, el peso se derivaba al trabajo de cuidados y a las labores reproductivas (ser esposa y madre).
Son numerosos los casos de pintoras (como Catharina van Hemessen) que, una vez contrajeron matrimonio, tuvieron que abandonar la práctica artística debido a la prohibición de sus maridos.
Doble moral a la hora de abarcar la separación de obra y artista en función del sexo/género = sesgo de género = patrones diferentes en función de si se analiza artista masculino o artista femenina.
Brindado por Linda Nochlin en su ya mencionado artículo "¿Por qué no ha habido grandes mujeres artistas?" Una obra de arte no se genera de forma autónoma, sino que es fruto de un contexto social, económico, político y filosófico concreto.
Tanto la Antigüedad griega como la Modernidad europea tienen en común que erotizan la figura de Venus, convirtiéndola en un objeto de deseo que, sobre todo en la Edad Moderna, sirve como pretexto para representar el desnudo.
Como consecuencia, a partir del Renacimiento se empieza a equiparar el desnudo femenino en el arte con la representación de Venus. Estas obras eran encargadas generalmente para la contemplación privada y no la exposición pública, por lo que en muchas ocasiones suponen la pornografía artística moderna.